brumit
Estoy parado sobre el cordón.
Me posiciono casualmente entre la farmacia y la calle.
Ésta, rodeada por un par de policías entretenidos en los retos,
Parece otro límite edificado en el aire.
Cintas de peligro que usaron para otros peligros, acá
a metros, una isla de parlantes cuelga de cadenas que tiritan.
Se amplifica el himno nacional
con un volumen conmovedor. Nadie siente
No sé quien interpreta.
Se puede ver en los ojos el aturdimiento
el acido silencio de las cuerdas vocales.
El que pita, el que barre, el que habla, el que mira
El resto espera, que termine lo que empieza
o que empiece siempre algo nuevo
para luego desear que termine.
Estoy parado sobre el cordón
En puntas de pie para ver atrás de los cuerpos
Las maquinas rugir, los motores, el acero
Fardos que vuelan revolcados por el aire.
La espera tiene un mensaje salvaje si no encuentra objeto
La espera tiene eso que te llevaste escondido en los ojos
No ésta mañana, quizás todas,
desde lo que sabes de vos y desde lo que no
Esa triste magia de predecir la sombra
Te guardaste de llorar por lo que fue
Inentendible o intenso, muerto por tibio,
o nada otra vez de nuevo.
Ya estaban aburridos los que actuaban.
El frio vuelve con su ceremonia de realidad al juego.
Estoy en algún lugar de estas palabras
Que nada entienden ni explican ni aclaran.
Estoy en algún lugar de estas palabras
no se por cuanto.
también había algo mío
en esa obstinación
imagen mutante palabras mudas.
No veo bien pero
tengo dos ojos para ver mañana
si es que andan todavía
ver juntos, si es cierto, me seduce.
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